Desde 1821

Sala Blas Cabrera Felipe

IES Canarias Cabrera Pinto

Así era descrito en los libros de la época:

A dos órdenes pueden referirse los instrumentos de este género [rodillos] [...] unos completamente lisos, destinados á comprimir el terreno [...] y otros armados de asperezas ó de dientes, que sirven para desterronar [...]

[...]

Los rodillos lisos tienen el inconveniente, en nuestro cóncepto, de que en los terrenos arcillosos y que se adhieren con fuerza á los instrumentos de cultivo no pueden emplearse con ventaja, por la mucha tierra que queda pegada á su superficie; y ademas porque no tienen nunca el suficiente peso para deshacer los grandes terrones duros y compactos; pero sin embargo de esto, para arrodillar las siembras en los terrenos mas ligeros y para aplanar y comprimir las costras levantadas por las heladas, nada dejan que desear y los recomendamos desde luego, con tanto mas motivo cuanto que, sin necesidad de acudir al estranjero, pueden construirse fácilmente en España.

MUÑOZ Y RUBIO, P. J. (1864), Material agricola. Madrid, Imprenta de Tomas Nuñez. pp. 99-100.

Por clasificación puramente convencional puede admitirse la distinción de llamar rodillos á los dentados y cortantes, que se aplican á desterronar y rulos á los lisos que sirven para sentar y comprimir el terreno.

[...]

Respecto á los rulos lisos, debemos indicar las consecuencias de comprimir la superficie labrada para el mejor éxito de las sementeras. [...]

ABELA Y SAINZ DE ANDINO, E. (1877), Agricultura elemental. Parte segunda. Madrid, Librería de Gregorio Hernando. pp. 263 y 267.

[…] no se miran todavía como instrumentos de cultivo, á pesar de la utilidad que proporcionan para comprimir la tierra, tablearla y afirmar las plantas, descalzadas por heladas ó lluvias. Créese entre nosotros que los cilindros ó rulos destruyen los efectos del arado, cuando por el contrario le sirven de complemento. […]

ECHEGARAY, J. (1857), Exposición de agricultura: rodillos El museo universal, 22 (30 noviembre 1857). pp. 185.