Desde 1821

Sala Blas Cabrera Felipe

IES Canarias Cabrera Pinto

Así era descrito en los libros de la época:

[...] trillos (fig. 29) [...]

FERNÁNDEZ Y PÉREZ, J. Z. (1856), Catecismo elemental de agricultura práctica, zootecnia, horticultura, jardinería, montes y plantíos. Madrid, Imprenta y librería de la viuda de Vázquez é hijos. pp. 53 y Lámina 2ª.

Los instrumentos de trillar son numerosos y variados: unos sirven para desgranar las espigas; otros completan el efecto de obtener el grano limpio, separando la paja y tamos. Entre los del primer grupo, figuran; el látigo-trillador; el trillo mecánico, ya en forma de tabla ó de cilindro, y la moderna máquina de trillar. [...]

[...]

[...] donde escasea la cria caballar, el recurso para hacer la trilla es más pobre y defectuoso, consistiendo en el tosco trillo, reducido á una tabla erizada de cuchillas, clavos ó pedernales, con que se verifica bastante mala faena, porque se desgarra y corta imperfectamente la paja, y duro frotamiento produce el desgrane, al par que las pisadas de las caballerías que tiran del trillo. [...]

ABELA Y SAINZ DE ANDINO, E. (1877), Agricultura elemental. Parte segunda. Madrid, Librería de Gregorio Hernando. pp. 293 y 295.

Todos los sistemas de trilla, más ó menos completa, se realizan por uno de los cuatro medios siguientes: por apaleo ó á látigo, por pisoteo de caballerías, por trillos de una ú otra forma, y por máquinas trilladoras.

[…]

[…] trillos […] aparatos, generalmente sencillos, que obran por el rozamiento ó golpeteo que en la mies produce su resbale ó rotación al marchar sobre la parva.

DE BENITO Y LÓPEZ ESCRIBANO, G. (1896), Tratado de Agricultura elemental. 6ª ed. Valladolid, Imprenta y librería de José Manuel de la Cuesta. pp. 140-141.