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Sala Blas Cabrera Felipe

IES Canarias Cabrera Pinto

Así era descrito en los libros de la época:

[...] Claro está, pues, que punto por punto podemos aplicar á los cuerpos sumergidos en la atmósfera todo cuanto dijimos (95) de los cuerpos introducidos en los líquidos, y deducir que pierden de su peso una cantidad igual al peso del aire que desalojan.

Esta pérdida de peso en el aire se demuestra por medio del baróscopo, que consiste en una cruz de balanza que sostiene en su estremidad una pequeña masa de plomo, y en la otra una esfera hueca de cobre que viene á tener cerca de medio decímetro cúbico (fig. 110).

GANOT, A. (1862), Tratado elemental de física. Madrid, Carlos Bailly-Baillière. pp. 124.

El principio de Arquímedes es cierto en los gases, lo mismo que en los líquidos. Se demuestra poniendo en equilibrio dentro de una campana de cristal una esfera hueca y un peso macizo (figura 50 [Baroscopio]). Al hacer el vacío se pierde el equilibrio, y para restablecerle es preciso agregar al peso macizo el de un volumen de aire igual al de la esfera.

PICATOSTE, F. (1889), Elementos de Física y Química. Madrid, Librería de la Viuda de Hernando y C.ª. pp. 56.

Lo comprueba [el principio de Arquímedes] el baroscopio (βάρος peso, σκοπέω observo) (fig. 215), balanza delicada, que lleva en uno de los brazos una bola B ó un cilindro macizo de latón y en el otro una esfera hueca del mismo metal A, que se hacen equilibrio en el aire. [...]

VALLADARES, B. (1900), Tratado de física elemental. Bilbao, Imprenta del Corazón de Jesús. pp. 207.

Baroscope (fig. 147) ou balance dans le vide; l'air étant pesant, tout corps qui y est plongé éprouve une poussée de bas en haut égale au poids de l'air déplacé; c'est le principe d'Archimède appliqué aux gaz.

Baroscopio (fig. 147) o balanza de vacío; el aire pesa, todo cuerpo que es sumergido experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del aire desplazado, que es el principio de Arquímedes aplicado a los gases.

LES FILS D'ÉMILE DEYROLLE. (1910), Catalogue méthodique: Physique. Paris, Evreux, imprimerie Paul Hérissey. pp. 32.