Desde 1821
Sala Blas Cabrera Felipe
IES Canarias Cabrera Pinto
Leyes de la fuerza centrífuga
Aparatos necesarios
Lo que se quiere demostrar
[...] importantes leyes que siguen:
a). La fuerza centrífuga es directamente proporcional á la masa, cuando son iguales el radio y el tiempo empleado en recorrer la circunferencia.
b). La fuerza centrifuga es directamente proporcional al radio, á igualdad de masa y de tiempo.
c). La fuerza centrifuga está en razón inversa del cuadrado del tiempo, si son iguales las masas y los radios.
ESCRICHE, T. (1899), Elementos de Física y nociones de Química. Barcelona, Imprenta de Pedro Ortega. pp. 122.
Demostración
(Ley a fig. 75). Dos bolas desiguales, la mayor de las cuales pesa doble que la menor (tiene doble masa. 61, página 38). Ambas se colocan á la misma distancia de la palanca; hallándose ésta vertical (cosa fácil con la escala que lleva el aparato y el ecuador trazado sobre la bola, á más de una escuadra especial, que no se halla en la figura), y se atan á los botones los hilos de modo que la menor actúe sobre un brazo de palanca doble que la mayor. Al hacer girar el aparato las dos bolas se equilibran, recorriendo circunferencias del mismo radio en tiempos iguales. Y como la de DOBLE MASA actúa sobre un brazo de palanca mitad, es claro que posee DOBLE FUERZA CENTRÍFUGA.
(Ley b, fig. 76). Se colocan en el aparato dos bolas del mismo peso (igual masa) pero una de ellas á doble distancia del eje y sujeta en la palanca con mitad de brazo que la otra. (En la figura se han enlazado los hilos á los botones 1.º y 2.°, pero es preferible valerse del 3.º y 4.º). Hallándose vertical la palanca y los cordones tensos permanecen en equilibrio durante la rotación masas iguales que giran en el mismo tiempo. Y puesto que la de DOBLE RADIO actúa sobre un brazo de palanca mitad, es evidente que tiene DOBLE FUERZA CENTRÍFUGA.
(Ley c, fig. 77). Para este caso se sustituye una de las bolas por el cordón elástico y se opera en dos tiempos. Dispuesto el aparato como representa la figura, se le imprime un movimiento de rotación, cuya velocidad se aumenta hasta que la palanca llegue á ponerse vertical. Conservando entonces invariable esta velocidad (para lo que sirve de guía la verticalidad de la palanca), se cuenta el número de vueltas que da la polea (la mano que lleva el manubrio, por ejemplo) durante cierto número de segundos; supongamos 16 vueltas en diez segundos —Hecho lo cual se cambia el hilo de la bola al botón mismo en que está sujeto el cordón elástico, es decir, al cuarto, con lo que se necesitará cuatro veces menos fuerza para estirar este elástico, y se nota que en efecto, la palanca entonces se pone vertical con menos velocidad que antes; manteniéndola en esta posición se cuenta el número de vueltas que ejecuta la mano en los mismos diez segundos, número que resulta ser sólo 8 ahora, lo que nos dice que la duración de cada vuelta ha sido esta vez doble que la primera. Se ha hecho girar dos veces una misma masa con el mismo radio, y se ha visto que cuando la vuelta duraba DOBLE TIEMPO, era CUATRO VECES MENOR la fuerza centrífuga adquirida.
ESCRICHE, T. (1899), Elementos de Física y nociones de Química. Barcelona, Imprenta de Pedro Ortega. pp. 123-124.
Fecha de creación: 01-mayo-2014
Última actualización: 10-mayo-2016
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