La porosidad es la propiedad en virtud de la cual existen, entre las moléculas de los cuerpos, intersticios denominados poros.
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Para demostrar esperimentalmente los poros sensibles, se toma un largo tubo de vidrio A (fig. 3), terminado en su parte superior por un vasito de cobre m, y en su parte inferior por un pié del mismo metal que se puede atornillar en la platina P de una máquina que sirve para hacer el vacÃo. El fondo o del receptáculo m es de cuero grueso de búfalo. Viértese mercurio en el vasito hasta que se cubra enteramente el cuero, haciendo luego el vacÃo en el tubo. Acto contÃnuo, por efecto de la presion atmosférica que se ejerce sobre el mercurio, este liquido pasa al través de los poros del cuero, y cae en el tubo en forma de menuda lluvia. [...]
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Respecto á la porosidad de los metales, quedó demostrada por el siguiente esperimento que en 1661 hicieron los académicos de Florencia. Deseaban cerciorarse de si el agua disminuÃa de volúmen por efecto de una fuerte presion, y para conseguirlo, se sirvieron de una esferita hueca de oro y de paredes delgadas; la llenaron de agua, y despues de haberla cerrado herméticamente y soldado el orificio, la dieron varios martillazos para reducir su volúmen. A cada golpe, el agua trasudaba por la pared, apareciendo al esterior como un depósito de rocÃo, lo cual demostraba la porosidad del metal. Varios fÃsicos repitieron este esperimento con otros metales, y siempre obtuvieron iguales resultados.
GANOT, A. (1862), Tratado elemental de fÃsica. Madrid, Carlos Bailly-Baillière. pp. 7-8.
Fecha de creación: 05-diciembre-2013
Última actualización: 10-mayo-2016
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