Cuando un rayo, luminoso encuentra una superficie pulimentada, se refleja siguiendo las mismas leyes que el calórico:
1.ª El ángulo de reflexion es igual al de incidencia.
2.ª El rayo incidente y el reflejado están en un mismo plano perpendicular á la superficie reflejante.
GANOT, A. (1862), Tratado elemental de fÃsica. Madrid, Carlos Bailly-Baillière. pp. 314.
Las dos leyes anteriores se demuestran por medio de un cÃrculo graduado (fig. 265) [Aparato de Silbermann] cuyo plano es vertical. [...]
Al efectuar el esperimento, se recibe un haz de luz solar S sobre el espejo M, que se inclina de manera que la luz reflejada pase al traves de la pantalla N y caiga en el centro del espejo m. El haz luminoso esperimenta allà una segunda reflexion , y acepta una direccion mP, que se determina haciendo avanzar el vidrio P hasta que la imágen de la abertura N vaya á formarse en el centro. El limbo marca entonces los números de grados comprendidos en los arcos AN y AP, y se nota que son iguales estos números, lo cual demuestra que el ángulo de reflexion AmP es igual al de incidencia AmM.
Queda demostrada la segunda ley por la disposicion misma del aparato, supuesto que el plano de los rayos mM y mP es paralelo al plano del cÃrculo graduado, y de consiguiente, perpendicular al espejo m.
GANOT, A. (1862), Tratado elemental de fÃsica. Madrid, Carlos Bailly-Baillière. pp. 314-315.
Fecha de creación: 30-abril-2014
Última actualización: 10-mayo-2016
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